La mente de cada uno

miércoles, 16 de enero de 2008

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Introducción:

Solo trato de conocerme…de saber como soy, de lo que siento, no quiero que el poco conocimiento hacia mi persona nuble mis pensamientos a la hora de tomar decisiones, que, al fin y al cabo, son muy importantes para mí en esta etapa tan…crucial para ser una persona con autoestima y criterios.
Al conocerme a mi mismo, en parte, puedo conocer a otras personas. Claro que habrá gente que discrepe conmigo en algunas opiniones y creencias pero quiero dejar claro que, al fin y al cabo, lo que escribo es solo una opinión, o “consejos” que le daría a un buen amigo o familiar desde la experiencia personal y también de otras personas que me han contado sus vivencias. Sí, son solo consejos pero, después de darme cuenta del poco conocimiento que tenemos mucha gente (sobre todo en la adolescencia) hacia nosotros mismos (incluido yo), me he animado a escribir esto por si a alguien le ayuda de algo (aparte de ayudarme a no olvidar quien soy y como soy)

Capitulo 1: El amor, el deseo y el capricho.

Un adolescente, eso es lo que soy, es normal (en parte) que el primer capitulo hable del amor. El amor adolescente, bueno, los amores adolescentes, muchas vivencias y experiencias sobre este tema, y no solo las mías sino las vuestras. Todo el que esté leyendo esto habrá sentido el amor adolescente (al igual que todos los sentimientos y actitudes que comentaré), todos esos amores prohibidos, esas pasiones de verano e invierno, esos amores platónicos…el problema en el amor, en general, es que no nos conocemos a nosotros mismos y no sabemos distinguir entre: amor, deseo y capricho.
He organizado el tema “amor” en estos tres grupos, primero comentaré que factores (para mi opinión) deberían de darse como mínimo para saber distinguir entre estas tres cosas, explicaré algunas posibles preguntas y aclaraciones, y después contaré algunas experiencias y vivencias de otras personas (no diré cuales son experiencias propias y cuales son vivencias de otras personas, para que estos textos no se conviertan en simple cotilleo y puedan transmitir algo más general, para que los que lean esto se puedan sentir identificados con ese chico o esa chica del relato.)

El capricho:

Para encapricharte con una persona solo basta con que te guste mucho como es físicamente o algo interiormente. Es cuando un chico ve a una chica y piensa eso de: “mira, es un ángel”, o cuando a un chico le presentan a una chica y le parece una persona curiosa e interesante. El capricho suele ser el primer paso que se da para, al final, alcanzar el amor. De una cosa de la que estoy seguro en lo poco que llevo de vivido es que el “amor a primera vista” no existe, es solo un capricho muy grande que se da entre dos personas, que al final, después de conocerse en todos los sentidos y en la convivencia, puede acabar con un amor puro en su totalidad. Algunos creen que están enamorados o que desean a una persona cuando, en el fondo, no es más que un capricho, fruto de no conocerse a sí mismo y de no darse cuenta que la persona a la que supuestamente se desea con toda el alma, es una completa desconocida, que la cual no se sabe nada sobre su vida, gustos y aficiones, y con la que no has vivido nada importante con ella. Un error que se paga con frustraciones, rencores, y desesperanza, lo cual desembocará en perdida de autoestima e inseguridad.

El deseo:


Deseamos a una persona verdaderamente cuando la conocemos bastante y nos sentimos muy bien con esa persona. Cuando te hace reír, cuando te dice y te hace esas cosas que tanto te gustan, o simplemente cuando esa persona siempre está cuando la necesitas. Una persona desconocida no puede saber que cosas te gustan, o que cosas te hacen reír, y tampoco (normalmente) sería una persona que entendiese tus situaciones cuando necesitas ayuda de alguien. El problema del deseo es que algunos no saben distinguir entre el deseo y el capricho o entre el deseo y la amistad. Distinguir entre deseo y el capricho es algo más bien fácil si te conoces a ti mismo y sabes lo que quieres, pero distinguir entre el deseo y la amistad supone un problema más grande.
Ese problema me hizo pensar en los factores que te llevan a mantener una relación de amistad verdadera:
“Para mantener una relación de amistad verdadera, primero debes de conocer bastante a una persona, sentirte muy bien cuando estas con ella (que te caiga bien) y debería de ser una persona en la que, más o menos, confías por que siempre ha estado cuando la has necesitado”. Estos factores los comparé con los factores del deseo(desear o querer) y, para mi sorpresa, eran casi idénticos, lo cual me llevó a pensar que cualquier relación de amistad era, al fin y al cabo, una relación de deseo (¡todo el mundo quiere a sus amigos!). Pero para que una relación de deseo “amistosa” llevara a una relación de deseo “amorosa” tendría que haber un factor que en la relación “amistosa” falta, y ese factor es la atracción sexual hacia la otra persona. Por eso una persona heterosexual jamás podría sentir un deseo “amoroso” hacia una persona de su mismo sexo, por muy amigo suyo que sea. Por eso el conocimiento de cada uno es tan importante, una persona que no sabe cual es su verdadera orientación sexual (por distintos motivos) puede originar mucho daño, como por ejemplo romper una familia.

El amor:

En mi opinión, amamos verdaderamente a una persona cuando la conocemos completamente (sus gustos, sus inquietudes, en la convivencia…), la deseamos hasta más no poder con sus defectos y virtudes, y cuando hay entre ellos una completa confianza (aprovecho para aclarar que para mi ser celoso no es ser desconfiado).
Todo el mundo quiere a su familia (con familia me quiero referir a el grupo de personas o a la persona que ha criado a cada persona) más que a nada por que siempre es la que está ahí, la que te a cuidado, alimentado, criado y ayudado cuando lo has necesitado; todo el mundo conoce a su familia en todos los sentidos, sobre todo en la convivencia, y todo el mundo confía ciegamente en ella porque es la que te ha cuidado durante toda tu vida; a lo que quiero llegar con todo esto es a explicar que no hay nadie al que no hayan amado alguna vez, que todo el mundo ha sentido el calor del amor fraternal.
La otra forma de amar (a la cual yo llamo amor de deseo) deriva de los mismos factores que el fraternal, pero también derivan de una relación de deseo y la única diferencia que hay entre una forma de amar y otra es que en una hay atracción sexual y en la otra no.
Lo último que decir es que el amor siempre es correspondido, pero puede convertirse en no correspondido si aparece en la relación la desconfianza (originada por la traición) o si en dicha relación amorosa (esto solo cuando es un amor de deseo) una de las personas que la forman no se conocía a sí mismo y confundió el amor con el deseo.

Posibles preguntas y aclaraciones del Capitulo 1

- ¿Qué quiere decir “un capricho muy grande”?
Para mí una obsesión tonta que se da en una persona a la que le atrae muchísimo una persona a la que apenas conoce.

- Cuando hablo de deseo:
Me refiero al cariño, Desear es lo mismo que querer.

- Cuando hablo de atracción sexual:
No me refiero al mero hecho de desear mantener relaciones sexuales con alguien, si no también de besarla apasionadamente mientras abrazas a dicha persona por ejemplo, deseos carnales.

- Una persona heterosexual puede llegar a desear “amorosamente” a una persona de su mismo sexo, y una persona sentirse atraído sexualmente por un familiar…
Sí, pero entonces esa persona no sería heterosexual, sería bisexual. Sí, se puede sentir atraído sexualmente por un familiar pero ya no sentiría por él un amor fraternal. Es lógico ¿no? Solo es cuestión de gustos.

- Los celos: Este es un concepto que mucha gente confunde, yo creo que el celo no es la desconfianza, ni egoísmo, los celos son fruto de miedo a la soledad y poca autoestima (por temor a que la otra persona a la que tanto quieres encuentre a alguien “mejor que tu” en varios sentidos y te deje solo).

Relatos del Capitulo 1

La confusión entre capricho y deseo.

Primer día de instituto, una chica cualquiera de una clase cualquiera, se reúne con sus amigas en la puerta de esté para asistir al primer día de clase. Charlan animadamente sobre sus vacaciones: la playa, las fiestas y, sobre todo, de los amores veraniegos de ese año. Este tema particularmente a nuestra protagonista le daba igual por que ella estaba saliendo, desde hace ya más un año, con un chaval muy guapo. Tenían una buena relación, con sus peleítas de pareja, y sus reconciliaciones.
A lo largo del curso la clase estuvo dividida en dos, los que siempre han estado juntos año tras año, y los repetidores que se sentaban por parejas al final del aula y en los recreos se iban con sus amigos del curso pasado; no había mala relación entre los repetidores y los demas, pero tampoco había excesiva confianza, era una relación más bien de indiferencia.
Un chico repetidor, a excepción de los demás, habla más con los demás y sobretodo con nuestra protagonista. Empiezan a medio conocerse, digo medio porque hablan de sus cosas y problemas de pareja pero, en realidad, de lo que más hablan es de sexo.
Se cuentan sus fantasías sexuales, sus zonas “especiales”, y ella le confiesa su insatisfacción sexual que tiene con su novio.
La relación de la chica con el novio empeora, el es muy posesivo y machista, oye rumores de que él sale por la noche y a ella no le dice nada, cada vez nota la relación más fría y distante (Ella creía que quería a su chico, pero no se dio cuenta en su momento de que lo único que ella sentía era un capricho por ese chico tan guapo, la cosa fue a mayores y la chica se vio obligada a mantener la relación porque el ya conocía a sus padres e iba a su casa, en fin, un martirio por no conocerse a si misma y saber lo que quería y como lo quería), y encima ahora se veía atraída por aquel chico con el que tanto hablaba, a el le gustaban las mismas cosas que a ella (primer fallo: solo conocía una pequeña parte de el chico, el plano sexual) y parecía tan atento cuando ella le hablaba…Pasó el primer trimestre y la chica dejó al novio por que se enteró de que le había sido infiel (en una relación de deseo, se pueden sentir caprichos con otras personas, pero, si tu has optado por la persona con la que mantienes la relación se supone que el deseo que tienes con esa persona es tan grande que no merece la pena perderla y pasarlo muy mal por un simple capricho) y entonces se centra en el repetidor, ella lo desea, quiere estar con él y que alguien la trate como ella se merece (segundo fallo: no lo conoce lo suficiente, no sabe si le puede hacer daño o no).
Él hablaba con ella, siempre de lo mismo, y quedaron un par de veces para salir por ahí, pero en ningunas de esas ocasiones el se lanza a besarla, ni a nada.
Pasaron dos años, él salía con chicas a menudo, y ella todavía aguardaba a que él diera señas de cariño…pero fue inútil, dos años sufriendo un amor no correspondido, al menos ella lo creía así. Ella no se conocía así misma, ella confundió lo que sentía por él, ella se engañó a si misma diciéndose que le deseaba cuando eso no era verdad, ella sentía atracción sexual por él. Hasta que un buen día se enteró que el había estado jugando con muchas y que no se sentía atraído por ella, sintió rabia, odio hacia él, ya no le habló más, perdió su “amistad”. ¿Qué hubiera pasado si hubiera conocido esta faceta de él antes? Quizás no lo hubiera visto como a un amigo si no como a un conocido, por que él no estaba a su lado cuando su ex le había sido infiel, en realidad, ni hablaron del tema, es algo que ella nunca le había dicho a nadie por miedo al ridículo. Ella vio un deseo cuando lo que había era un capricho, su atracción sexual por ese chico nublo su vista e hizo que perdiera dos años de su vida.